- Fabricado en Italia.
- Excelentes detalles.
- Rey de 8,26 cm.
- Presentado en embalaje de regalo.
- Ideal para tablero de 40 cm.
LAS PIEZAS DE AJEDREZ
Fabricadas por la mundialmente famosa Italfama, cada una de estas piezas de ajedrez ha sido Elaborado a partir de un compuesto de piedra triturada. Los exquisitos detalles fluyen desde los peones, representados como infantería británica y marineros de capa y espada, hasta los caballeros y alfiles. Ambos están representados como oficiales de alto rango o piratas.
El Rey Pirata está retratado de manera romántica: desde su pata de palo hasta su parche en el ojo y su mono mascota. El Rey de la Marina está elegantemente ataviado con el uniforme naval tradicional de ese período junto con su peluca de moda y sus anteojos.
Las torres de este conjunto son las piezas más destacadas. Estos buques de guerra de estilo galeón tienen todos los detalles de tallado, desde el casco de madera hasta los mástiles ondulantes. En la parte superior, cada lado lleva el estandarte del Reino Unido o la bandera pirata.
Hemos combinado estas excelentes piezas con un tablero de ajedrez de nogal y arce para ofrecerte el juego de ajedrez Piratas vs. Navy. Con o sin el tablero, este sería un excelente regalo para cualquier entusiasta del ajedrez o fanático de Piratas del Caribe.
LA HISTORIA
Los primeros casos documentados de piratería fueron en el siglo XIV a. C., cuando los Pueblos del Mar o los piratas marinos atacaron los barcos de las civilizaciones del Egeo y el Mediterráneo.
La era clásica de la piratería en el Caribe duró aproximadamente entre 1650 y mediados de la década de 1720. En 1650, surgieron imperios coloniales en manos de Inglaterra, Francia y las Provincias Unidas. Estas colonias en desarrollo generaron una cantidad considerable de comercio marítimo y una mejora general en la economía. Se ganaba dinero (o se lo robaba) y la mayor parte de él viajaba a través de las olas.
Los piratas franceses o bucaneros se establecieron en el norte de La Española ya en 1625, pero inicialmente vivían como cazadores más que como ladrones. Su paso a la piratería a tiempo completo fue gradual y provocado, en parte, por los intentos españoles de eliminar no solo a los piratas sino también a los animales que cazaban para sobrevivir. Los piratas trasladaron entonces su atención a la isla de Tortuga, una isla costera más defendible que limitó sus recursos y aumentó sus incursiones.
El aumento de la piratería en Tortuga se intensificó cuando los ingleses liberaron a España de su control sobre Jamaica en 1655. Los primeros gobernadores ingleses de Jamaica otorgaron, con bastante libertad, "cartas de corso" -autorización gubernamental- para atacar y capturar barcos enemigos para ser llevados ante los tribunales del almirantazgo.
El desarrollo de Port Royal proporcionó a los piratas marinos un lugar mucho más rentable y agradable para vender su botín.